Con esas ganas terribles de volver a ese lugar para saltar, reir sin parar, llorar, esconderse, ser otra persona, para sacar cualquier miedo, para olvidar cualquier preocupación...
Con ganas de volver a subir a esa tarima que te atrae como un imán con sólo poner un pie sobre ella.
Pero, aunque no quiera, siempre llega el momento de bajarse y volver a la realidad...
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